lunes, 29 de febrero de 2016

FRASCO DE LA CALMA

El método Montessori y sus interesantes preceptos educativos, son todo un referente a nivel mundial. Su éxito se debe a sus bondadosas técnicas, pensadas para empoderar a nuestros alumnos, responsabilizarles de sus acciones, reforzar su autoestima y conseguir que desarrollen una personalidad armoniosa y equilibrada.

Una de sus ideas más fascinantes, curiosas y sorprendentemente efectivas es su “frasco de la calma”, una sencilla técnica con la que calmar y controlar las rabietas, molestias y llantos de los niños.

Como bien explica su nombre, su objetivo es calmar el estado de ánimo de nuestros chicos durante sus rabietas, ataques de llanto o situaciones de estrés.

El frasco es un simple bote de plástico lleno de agua, pegamento con purpurina y brillantina que es agitado frente a sus ojos con la intención de desviar su atención hacia los patrones y movimientos del líquido. Acompañando la acción de música tranquila, un tono cordial e instrucciones sobre su respiración, iremos concentrándole en el objeto consiguiendo que se calme.


Poco a poco le iremos haciendo consciente de la relación que hay entre despejar la mente, cuidar la respiración y la reducción del miedo, el estrés y la ansiedad.

Ahí tenéis un ejemplo:





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